Muy cerca de Patones, junto a la presa más antigua de Madrid, existe un maravilloso paisaje, las cárcavas del Pontón de la Oliva. Es una cárcava pequeña pero intensa en colorido y belleza. Son formas del terreno labradas por agua y viento, que parecen sacadas de un cuento de hadas, formas increíbles, que la naturaleza nos deja temporalmente para el disfrute de nuestros sentidos.
Hay
dos caminos, el más corto para verlas desde la parte más alta, un tanto
fatigoso (ver si el camino es apto para nuestra condición física, aunque si mal
no recuerdo, hay alternativas más largas) y el otro, más fácil, que te lleva
hasta el interior de la cárcava.
Pasar
un día por aquella zona merece la pena.
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