Lanzarote
Lanzarote tiene un antes y un después a su gran artífice, Cesar Manrique.
El “después” es digno de ser visitado. Es difícil que una isla tan pequeña con más de cien conos volcánicos, esté tan bien relacionada con un medio tan hostil.
Cesar Manrique consiguió que sus pueblos y sus gentes vivan en perfecta armonia; algo inusual en los tiempos que nos ha tocado vivir, con la naturaleza.
Es un placer desplazarte por ella de norte a sur tranquilamente para ver todo lo que esconde.
Visitar el Timanfaya e imaginar el poder de la naturaleza,
la cueva de los verdes, los jameos de agua, los hervideros, la playa de Famara, el mirador del río, el charco de los clicos,
Mariano López-Covarrubias
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