Un viaje inolvidable.

A Noruega se le conoce como el país del agua debido a la gran cantidad de nieve y a sus infinitos accidentes geográficos con ese compuesto indispensable.

En el recorrido, próximo a 1000 km, entre Stavanger y Trondheim me dio tiempo a ver maravillosas cascadas, cruzar fiordos y embarcar en pequeños cruceros para disfrutar del silencio y la belleza de los mismos. 

El fiordo Lyse contemplado desde el Preikestolen (púlpito) es una vista increíble. Mini cruceros por el Geiranger el Sogne, 

ver iglesias vikingas perfectamente conservadas, glaciares, lagos, ciudades con todas sus casas de madera es algo que perdura en el recuerdo.

Tal vez entre toda esa naturaleza lo que más me impresionó, por la proximidad con el polo norte, fue “el sol de media noche” (a las tres de la mañana) 

en los últimos días de primavera es algo increíble para quien, como yo, no lo había visto nunca (foto).

En definitiva y como título el comentario, un "viaje inolvidable.”

  

Mariano López-Covarrubias